HNA. FANNY VILLEGAS GUZMÁN
En el hogar de don Enrique y doña Herminia en Abejorral (Ant.) Colombia, el 17 de septiembre de 1921 nació y transcurrió la niñez de Fanny, quien, desde muy niña, perdió a su querida madre, fallecida muy joven.
El 01 de julio de 1944 ingresó a la Congregación en la Provincia de Medellín. Después de seis meses de Postulantado, inició la etapa de formación de Noviciado, cambiando su nombre de bautismo por el de Herminia de los Ángeles, en memoria de su querida mamá.
Después de un año de noviciado, vivido con generosidad y alegría, hizo su primera profesión el 10 de enero de 1946, dispuesta a vivir los votos que acaba de hacer y a asumir el ejercicio de la caridad con la misión específica heredada de la bienaventurada Marie Poussepin “para la instrucción de la niñez y la juventud” en diferentes centros educativos de la Provincia de Medellín que en ese entonces abarcaba varios departamentos de Colombia: Colegios de La América (Medellín), El Agrado (Tolima), Rionegro, Ibagué, Caldas, Envigado, San Roque, Barranquilla, Quibdó, Montería, Cartagena y Magangué.
El 20 de febrero de 1978 se abrió para Fanny un amplio campo misionero en Perú y Bolivia adonde llegó con todo el entusiasmo y la capacidad de entrega que la caracterizaban. Su primera comunidad en el Perú fue Azángaro, Puno, donde con gran esfuerzo vivió la novedad de la misión y sufrió los embates de la naturaleza por la altura, algo desconocido para ella. Luego fue enviada a Bolivia: Cochabamba y Charagua. Regresó de nuevo a Perú, ya no al altiplano sino a la selva central,
a Aucayacu durante los años 84 al 90, etapa marcada por la crueldad de Sendero Luminoso, donde la comunidad desplegó una dura misión en equipo con los padres Oblatos de María Inmaculada, afrontando riesgos y asumiendo sacrificios por el ambiente de inseguridad que se vivió en el país durante la década del 80.
En el año 90 Fanny fue enviada nuevamente a Bolivia, donde con disponibilidad y alegría continuó en el servicio de caridad en Charagua, San Benito, Chipiriri y Cochabamba. En 1996 el Perú la recibe de nuevo, esta vez en el Colegio Parroquial del Callao, desde donde tuvo la gracia de viajar a Francia para participar en el CEMP (Centro de Estudios Marie Poussepin), del 30 de enero al 02 de mayo de 1997.
En el año 2001 fue enviada nuevamente a Aucayacu, en una etapa diferente, Sendero Luminoso había perdido fuerza. El servicio misionero pedía a la comunidad dedicar mayor tiempo a la pastoral de escucha, en la cual Fanny tuvo un valioso aporte con su entrega alegre y creativa.

Y para terminar el recorrido histórico de su peregrinar misionero, la Provincia le brinda a Fanny la oportunidad de hacer parte de la Comunidad que acababa de abrir para las hermanas mayores: la Comunidad Mére Saint Pierre en Chaclacayo inaugurada el 1º. de octubre de 2006. Ahí llega Fanny, feliz a este lugar de oración, de silencio, de reposo. Allí despliega una eficaz misión con su habitual actitud de acogida, disponibilidad para el servicio, sentido de pertenencia, serenidad para aceptar las limitaciones. Y en esto fue un vivo testimonio, ya que asumió con serenidad y alegría la pérdida, casi total de la vista y la audición. Nada le impedía participar en los actos de comunidad con el entusiasmo, el buen humor y la alegría de un corazón joven. Así la vimos llegar a los 100 años de vida celebrados con plena lucidez, gratitud y ánimo para repetir:
“Los años nunca me han pesado, he sido y soy muy feliz”.
El Señor la había preparado con todas estas gracias de su bondad, para los últimos meses de su vida, que nunca imaginábamos de esa manera: postrada en cama, desde fines del mes de mayo, cada vez más fatigada y con intensos dolores en los últimos días, por eso decidimos llevarla a la Clínica Stella Maris en Lima el domingo 10 de julio en la noche, donde falleció el miércoles 13 de julio.
El testimonio de la vida de Fanny que recordaremos siempre con gratitud nos animará a seguir construyendo el Reino de Dios como Hermanas de la caridad dominicas de la Presentación.
Comunidad Mere Saint Pierre.
Lima, 13 de julio de 2022
Descansa en paz Hna. Fanny. Gracias por tu vida y testimonio. Intercede ante Dios para que seamos fuertes y auténticos en la misión.
Gracias Señor por este don de vida.