El caserío Alto Marona cuenta con un aproximado de 65 familias. Este se encuentra ubicado en el Valle del Azpusana, distrito de Pucayacu, provincia de Leoncio Prado, región Huánuco. Allí tuvimos la ocasión de escuchar la preocupación del teniente gobernador, el señor Luis Rubén Buendía Rueda, quien ya lleva más de diez años viviendo en la zona.
Grande fue la sorpresa al llegar al caserío Alto Marona cuando nos alcanzó la autoridad comunal y en medio de la conversación surgió la preocupación de la situación de proyectos que habían sido ejecutados en anteriores gestiones del gobernador regional de Huánuco. Por ejemplo, el proyecto de agua potable donde Alto Marona estaba considerado y que ya lleva más de 10 años de haberse culminado.
Se trata de la obra: “CONSTRUCCIÓN DE SISTEMA DE AGUA POTABLE EN LOS SECTORES DE MILANO, LOS OLIVOS, CAIMITO, LA LOMA, ALTO MARONA, PUCAYACU, INCA HUASI, JORGE BASADRE Y ALCANTIRALLADO SANITARIO EN EL SECTOR PUCAYACU, PROVINCIA DE LEONCIO PRADO-HUANUCO”, según se puede leer en la Resolución Ejecutiva Regional Nro. 1691-2011-GRH/PR, del 02 de noviembre del 2011, firmada por el ex presidente regional Luis R. Picón Quedo. Cuyo presupuesto de gastos administrativos de monitoreo de la obra fue modificado con Resolución Ejecutiva Regional Nro. 783-2021-GRE/PR, el 15 de mayo del 2012 y firmado por el mismo ex presidente regional de turno.
Al respecto, el dirigente señaló: “Nosotros estamos preocupados. Veo a veces a mis moradores, a la población de Alto Marona, o sea, 47 años cargando agua del pozo. Esperando el proyecto de agua potable, que es la gestión del señor Lucho Picón, cuando era presidente regional. De los cuales, hasta el momento todos te dicen que ya va a iniciar la obra. Que ya este año, en marzo o en abril va a iniciar la obra y se va a hacer la culminación de la obra, pero hasta ahora esperamos más de siete años y la obra está paralizada”.
“Nosotros el año pasado hemos optado […] como autoridades hemos dicho que nosotros podemos hacer (la obra), no será de repente un agua potable, pero será por lo menos un agua entubada. Y ya se ha hecho realidad. Ahora todos tenemos nuestra agua acá, gracias al esfuerzo de la población, no de ninguna autoridad ni local ni provincial”, continuó Buendía Rueda.
El dirigente señala a la vez que se han organizado como caserío y han formado un comité de mantenimiento del agua, que aunque no está reconocido como JASS (Junta Administradora de Servicio y Saneamiento) ellos están coordinando, por ejemplo, con el área de salud del distrito de Pucayacu para poder clorar el agua, y esto por recomendación de una enfermera que visitó el caserío de La Loma.
Incluso, otro tema que preocupa en este caserío, es que todavía dicho territorio del caserío figura dentro del Bosque de Protección Permanente (BPP). Al respecto el dirigente señaló que “el 2017 se presentó una propuesta técnica a SERFOR (Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre) de los cuales nos han rechazado, nos han devuelto la propuesta técnica diciendo que hay observaciones. Para eso el señor alcalde (de Pucayacu) el señor Luis Gómez, lo nombran nuevo comité de gestión. Anteriormente estaba el señor Juan Martel (ex presidente del Comité de gestión sobre el redimensionamiento y exclusión), de los cuales hasta ahora nada”. Asimismo, expresó en medio del diálogo que la comunidad había recibido la visita de algunos ingenieros de Tingo María, quienes señalaron que “si se ha redimensionado la zona urbana. Alto Marona se ha redimensionado tres hectáreas con 650 metros […], pero los terrenos agrícolas no”.
Surge una gran interrogante en la población: “¿qué hacemos si tenemos nosotros una vivienda acá? Si no vamos a tener un terreno o lo vamos a tener como prestado, ¿cómo vamos a trabajar?”, enfatizó el dirigente. La población no podrá contar con un título. “Nosotros estamos pensando tener compromisos con el Estado para proteger la franja de bosques […], tenemos un acta de compromiso que se ha hecho con el guarda parques de saber hasta dónde va el terreno”, continuó el teniente gobernador de Alto Marona.
Al final de la conversación nos dimos con otra sorpresa más. Resulta que esta situación del caserío que visitamos, es la misma situación que está pasando otros caseríos: Pluma de Oro, Alto Pucayacu, Inca Huasi, Alto Marona, El Papayal, Maronilla, Jorge Basadre, Consuelo, Nueva Esperanza y Gosén. En total son ocho caseríos en el Valle del Azpusana. “Acá no podemos recibir ningún tipo de apoyo. No hay inversión pública acá. No pueden nos dicen. Si hay cualquier proyecto, nos dicen que estamos dentro del Bosque de Protección Permanente”, remarcó el dirigente.
Ni DEVIDA, ni ningún otro tipo de proyectos puede meterse a trabajar porque el argumento es que los pobladores están dentro del BPP.
“¡NOSOTROS PARA EL ESTADO NO EXISTIMOS!”,
concluyó Luis Rubén Buendía Rueda.